Las 20 bateas situadas en las aguas interiores del recinto portuario producirán este año más de 1.000 toneladas de este molusco.

El puerto de Valencia también dispone de otras 2 bateas para el cultivo de ostras.

València, 22 de mayo de 2019.- El puerto de Valencia acoge estos días el inicio de la tradicional campaña de la clòtxina valenciana, un molusco que se cría en 20 bateas situadas en las aguas interiores del recinto portuario. La elevada calidad de las aguas del puerto de Valencia, que son sometidas a análisis semanales, es una de las principales claves del sabor de la clòtxina. Según datos de la Agrupación de Clotxineros del puerto de Valencia y Sagunto, en esta temporada se esperan recolectar más de 1.000 toneladas que, además de en los tradicionales canales de distribución, se venderán de manera directa en más de 100 puntos.

La calidad de las aguas del puerto de Valencia, junto con el abrigo de los diques y las características de la especie hacen que la clòtxina valenciana tenga un crecimiento y sabor excepcional. Estos moluscos son filtradores y se alimentan principalmente de fitoplancton y materia orgánica en suspensión. Las aguas del puerto de Valencia cuentan con los nutrientes necesarios en la época de crecimiento y engorde de la clòtxina valenciana para obtener un crecimiento óptimo.

La situación de las bateas, al abrigo de los diques exteriores, provee de una mejor adhesión y crecimiento desde la preparación de la semilla. Un estudio elaborado por el Departamento de Tecnología de los Alimentos de la Universitat Politècnica de València, avala el mayor valor alimenticio de la clòtxina valenciana frente a otros moluscos criados en otras zonas de España, como el Delta del Ebro. En concreto, el informe reconoce que la salinidad de las aguas del puerto de Valencia le aporta a la clòtxina valenciana su característico aroma, sabor más intenso, tonalidad suave y jugosidad. La clòtxina de Valencia es rica en vitaminas, calcio, hierro, potasio, fósforo, magnesio y Omega 3.

La sostenibilidad ambiental de las aguas interiores del puerto de Valencia ha permitido que la clòtxina valenciana no haya dejado de producirse nunca por problemas sanitarios. En este sentido, la Conselleria de Agricultura lleva a cabo todos los controles necesarios para garantizar la plena inocuidad del consumo de la clòtxina.

En los últimos años, el puerto de Valencia ha incorporado dos bateas para el cultivo de la ostra, un molusco que, a diferencia de la clòtxina, puede cultivarse durante todo el año y del que actualmente se producen 250.000 unidades al año.