El buque, con 315,7 metros de eslora, tiene capacidad para albergar a alrededor de 2.900 cruceristas.

El puerto de Valencia tiene programadas 199 escalas en 2019 y prevé superar los 435.000 pasajeros.

València, 20 de mayo de 2019.- Con motivo de la escala inaugural en el puerto de Valencia, Francesca Antonelli, jefa de marketing de la Autoridad Portuaria de Valencia, entregó ayer domingo una metopa conmemorativa al capitán del buque Mein Schiff 2, Thomas Roth.

El buque, que mide 315,7 metros de eslora y tiene una capacidad para alrededor de 2.900 cruceristas, recaló en Valencia con destino a Palma de Mallorca. Durante su estancia en Valencia, el capitán del buque indicó que la ciudad es un destino muy apreciado por los pasajeros de esta compañía, fundamentalmente, alemanes, austriacos y suizos, que valoran la oferta de patrimonio cultural histórico y moderno, la gastronomía y la posibilidad de descubrir el destino en bicicleta. De hecho, la naviera ofrece circuitos en bicicleta tanto tradicional como eléctrica que se han erigido en una de las excursiones más demandadas de sus pasajeros.

El Puerto de València: tráfico de cruceros y oferta turística

El puerto de Valencia tiene programadas 199 escalas en 2019 y prevé superar los 435.000 pasajeros. El puerto de Valencia trabaja con alrededor de 30 navieras diferentes entre las que destacan compañías como MSC Cruceros, Costa Cruceros, Royal Caribbean, Aida Cruises, Grupo TUI, Azamara Cruises o Viking Cruises, entre otras.

La oferta de excursiones de Valencia es amplia, variada, cómoda y, sobre todo segura. En 2017, se incorporaron nuevos recorridos a las tradicionales rutas por la Albufera, el centro histórico o la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Entre ellos destacan la Ruta del Arte Religioso, que incluye una parada en la Catedral con la obligada visita al Santo Cáliz y a otras iglesias como la recientemente restaurada San Nicolás, con razón denominada la capilla Sixtina española; la Ruta de la Seda que permite conocer el legado histórico de esta industria en Valencia con las visitas a la Lonja de la Seda, al recién restaurado Museo de la Seda y al barrio de Velluters en el cual se fabricaban los tejidos aún hoy utilizado en fiestas populares como las Fallas.