• Miles de personas han visitado esta muestra que hace un recorrido por los nombres de calles y plazas de València y sus barrios marítimos
  • La exposición se encuentra en el Edificio del Reloj y es de acceso gratuito hasta el próximo 9 de noviembre. El horario de visitas es de 11 a 19 horas de lunes a domingo

València, 6 de noviembre de 2025 – La exposición de Valenciaport ‘El Marítim, a peu de carrer’ encara su último fin de semana abierta al público con un éxito de asistencia. La muestra, que hace un recorrido por la memoria viva de los “poblats de la mar”, los barrios marineros de València, ha recibido miles de visitas desde que se abrió al público el pasado 2 de octubre.

El Edificio del Reloj es la sede de esta exposición, que podrá verse hasta el próximo 9 de noviembre en horario de 11 a 19 horas de lunes a domingo. La entrada es gratuita y representa una oportunidad para conocer, a través de paneles con texto e imágenes históricas, distintos momentos de la evolución de la comunidad portuaria y de la propia ciudad de València, que recoge en su callejero una parte de esta historia marítima y portuaria.

Los nombres de calles y plazas de València son un reflejo vivo de su pasado. En este caso, la exposición recoge y pone en valor la historia de algunos de los topónimos actuales vinculados al Distrito Marítimo de la ciudad, formado por la anexión a finales del siglo XIX de barrios como la Malva-rosa, Poble Nou de la Mar, Cap de França, Cabanyal, Canyamelar, Vilanova del Grau o Natzaret.

Conociendo el origen de los barrios

Los visitantes tienen la oportunidad de conocer el origen del nombre de barrios como el Cabanyal, que se remonta a 1422 y se debe a sus características construcciones de barracas y cabañas de pescadores. Asimismo, se cuenta la historia del próximo barrio de Natzaret, creado en origen para proporcionar un lugar retirado para la cuarentena de marineros y mercancías, aunque con el tiempo, abandonó esta función.

La exposición también explica los vestigios marítimos que todavía hay en el cetro de la ciudad, con lugares como la calle del Mar, llamada así porque era una ruta directa desde el centro de la ciudad hasta el mar, pasando cerca de la antigua Aduana, y que marcaba la salida hacia el exterior. La Porta de la Mar, por su parte, era en origen una puerta de la muralla medieval que unía en línea recta el núcleo urbano con el puerto del Grao. Los intentos, los retos técnicos y los grandes proyectos que, desde el siglo XVII hasta la segunda mitad del XIX, hicieron posible transformar un grao sin abrigo natural en una infraestructura moderna y segura también tienen su presencia en esta muestra.